Era cuestión de tiempo, y aun así ha estallado como una bomba. Ayer se presentaba con fanfarria Tilly Norwood, una “actriz” generada íntegramente por inteligencia artificial, que acababa de firmar con una agencia de Hollywood para protagonizar futuras series y películas. Hoy, menos de 24 horas después, las reacciones de actores y profesionales reales no se han hecho esperar: la industria, acostumbrada a las transformaciones tecnológicas, ha respondido con un enfado palpable. La ciencia ficción ya nos había advertido de algo así, pero verlo en tiempo real resulta distinto.
Melissa Barrera se pronuncia sobre la actriz generada por IA: «Ojalá que en Hollywood la manden a freír espárragos»
Las críticas no han tardado en aflorar. Según Variety, Melissa Barrera fue tajante en sus stories de Instagram: «Espero que todos los actores representados por la agencia que firme con esto la manden a tomar por culo». No hay sido la única. Mara Wilson, en cambio, apuntó al trasfondo ético del asunto. «¿Y qué pasa con las cientos de mujeres jóvenes vivas cuyas caras han sido mezcladas para hacerla? ¿No podíais contratar a ninguna de ellas?», preguntaba Wilson
Kiersey Clemons, por su parte, subió el tono exigiendo transparencia: «Que salgan los agentes. Quiero nombres». La tormenta estaba servida. Mientras tanto, los creadores de Tilly Norwood parecían preparados para la réplica. Desde la cuenta de Instagram del propio personaje -que apenas reúne 30.000 seguidores y publicaciones con cifras modestas de “me gusta”- lanzaron un comunicado para rebajar la tensión.
En él, defendían su proyecto como una “obra creativa” que no sustituye a nadie, sino que funciona como “un nuevo pincel” para contar historias, comparándolo con innovaciones previas como la animación, las marionetas o el CGI. «Nada puede quitar la artesanía ni la felicidad de las actuaciones humanas», aseguraban.
Sin embargo, el discurso de hoy contrasta con el entusiasmo de ayer, cuando se hablaba de grandes estudios volcados en la idea y de un inminente calendario de estrenos protagonizados por IA. A la vista de la reacción del sector, parece que la campaña de presentación ha tenido que dar un giro brusco. Ni ChatGPT habría redactado una marcha atrás tan rápida.